Coincidiendo con la media maratón de Madrid y adelantándonos al cierre de la instalación, nos aventuramos un domingo más para “vestirnos” de varias épocas a través del Museo del traje. A pesar de que parte del edificio estaba cerrado por obras, pudimos observar la evolución histórica de la indumentaria, con sus implicaciones técnicas, sociales, ideológicas y creativas a través de la diversidad y el continuo cambio de las prácticas del vestir. Una bonita manera de conocer el patrimonio etnológico de nuestro país. Desde tejidos del siglo XVII hasta mantones de manila y zapatos Rococó nos hicieron viajar en el tiempo y revivir por un instante ciertos períodos. Un lugar muy recomendable para visitar como nosotros, en buena compañía.